Debemos rezar mucho a la Santísima Virgen María, la Inmaculada Concepción, cuya misión es aplastar la cabeza de la serpiente. Satanás se aterroriza ante la sola mención de la Inmaculada Concepción. En cuanto las cosas no vayan bien, en cuanto sientas mal humor o revuelta en tu interior, di: 

«Oh María sin pecado concebida, rogad por nosotros que recurrimos a Vos».

Padre Juan Gregorio de la Trinidad

Se rezan cada día las oraciones siguientes:

 Tres «Dios Te salve, María...»

Entre cada «Dios Te salve», se hace la invocación:

«Oh María concebida sin pecado, rogad por nosotros que recurrimos a Vos».

Concluimos cantando una vez:

«Oh María concebida sin pecado, rogad por nosotros que recurrimos a Vos».